LAS VOCES DEL SILENCIO

tejido conectivo

-​ 1- Antes de nada, YO SOY,

en segundo lugar surge la pregunta:

¿Quién o qué dice yo soy?

​2- El cuerpo se sostiene gracias al aliento, la consciencia se sostiene gracias al silencio, el corazón se sostiene gracias al amor, quien encuentra el amor que se mantenga en él, el amor no nos pertenece, nosotros estamos dentro del amor, como un pez vive dentro del agua, el amor es el pegamento que lo conecta todo, una vez que uno entra en contacto con este pegamento, ya no se puede escapar de él.

3- El maestro sólo nos puede mostrar el camino, y alejarnos de los posibles errores, pero el camino hay que hacerlo, no es un camino de saber y acumular conocimientos, es un camino de experimentar, sólo la experiencia sincera lleva a la realización.

4- La intención es como el arquero cuando se dispone a lanzar una flecha, para alcanzar la diana:

– El arco no debe estar ni demasiado tenso ni demasiado flojo

– La fuerza no debe ser ni excesiva ni escasa

– El interés del arquero no debe ser ni obsesivo ni desentendido

– Su mente debe estar en vacío, pero su corazón entero debe estar en la flecha, sólo así alcanzará la diana

5- Cuando el arquero dispara a la diana por el gusto de hacerlo, su corazón está en calma, su pulso es firme, y su vista es clara.

– Cuando al arquero se le ofrece una moneda de cobre por acertar, su corazón se agita.

– Cuando se le ofrece una moneda de plata, su pulso tiembla.

– Pero si se le ofrece una moneda de oro, su vista se nubla, y solo piensa en lo que perderá si falla.

6- Había tres polillas que revoloteaban entorno al fuego, una de ellas la que volaba más lejos dijo: ¡Ya conozco el fuego!, ¡Es brillante!, la segunda, se aproximó un poco más a la llama y dijo: ¡Ya conozco el fuego!, ¡Es caliente!, la tercera, no se conformó y quiso saber más, se acercó tanto a la llama que se abrasó y dijo ¡Ahora sí que en verdad conozco el fuego!, ¡Yo soy el fuego!

7- En una ocasión un hombre hablaba con Dios y le preguntó sobre la diferencia que había entre ellos, y Dios le contestó: “La diferencia es que entre yo y tú no hay ningún velo, pero entre tú y yo hay cien velos”.

8- El placer y el dolor son dos caras de la misma moneda, es imposible buscar el placer sin encontrar el dolor.

9- En realidad no poseo nada, ni siquiera mi vida me pertenece, es sólo un préstamo temporal que la Vida me hace, ¿por qué aferrarse tanto a algo que es transitorio?, sólo vale la pena aferrarse a lo que no tiene principio ni fin.

10- La vida es como el agua, ¿Dónde empieza y termina el agua?, el agua está en todas partes, y es siempre la misma agua, unas veces en forma de río, otras en forma de nube, otras en forma de mar, pero siempre es la misma agua.

11- A veces no sé si hacer o no hacer, en esos momentos escucho a mi corazón y le sigo.

De esa manera hago sin hacer.

12- El cuerpo tiene sus necesidades y la mente sus sufrimientos y placeres.

13- Pocas personas podría decir que tienen un cuerpo, la mayoría de las personas viven presas de sus cuerpos, con sus dolores, necesidades y placeres, de manera que más bien es el cuerpo quien tiene a la persona, solamente cuando somos capaces de liberar nuestras conciencias del cuerpo, entonces podemos liberar nuestros cuerpos.

14- La mente crea el abismo entre el espíritu y el cuerpo, el amor nos proporciona el puente y el corazón lo cruza.

15- Mientras que la mente está centrada en el cuerpo, y la consciencia está centrada en la mente, la presenciación es libre.

16- La presenciación es desapegada e inamovible. Es lúcida, silente, apacible, alerta, y carente de miedo, sin deseo ni temor. Medite en ella como su verdadero SER y trate de serla en su vida diaria, y usted la realizará en su plenitud.

JANÚ RUIZ - Instructor de Chi Kung

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