CHI KUNG – LAS FASES DEL APRENDIZAJE

– Como todo nuevo aprendizaje, cuando empezamos a aprender Chi Kung, necesitamos un método, no podemos pretender pintar un cuadro, sin antes saber dibujar, más tarde añadiremos el uso de los colores, etc.

 

Cuando iniciamos el aprendizaje del Chi Kung, debemos seguir tres pasos que son imprescindibles para desarrollar una buena práctica:

  • Aprender correctamente la forma del ejercicio
  • Aprender los puntos de concentración que lleva cada ejercicio
  • Aprender los recorridos de la energía que se aplican a cada ejercicio

1) Aprender correctamente la forma del ejercicio:

Esto es lo que llamamos coloquialmente “la forma”, es decir los gestos que se practican dentro de una secuencia de movimientos, esta parte es sumamente importante realizarla correctamente, ya que los gestos están estudiados para aportar un beneficio a la salud según el enfoque de cada ejercicio, esta es la parte más externa, lo que se aprecia desde fuera, y está en relación con el cuerpo como instrumento mecánico, las articulaciones, músculos, tendones, huesos, órganos, el movimiento se debe de realizar de una forma consciente y colocando la postura con precisión, en esto los maestros Chinos son extremadamente exigentes y precisos, y es fácil de comprender cuando vemos los resultados de un ejercicio mal hecho, en el que no se aprecian resultados, a un ejercicio hecho a medias, en el que apenas hay resultados, a un ejercicio hecho correctamente, en el que los resultados son sorprendentes.

Debemos tomar en cuenta que el cuerpo es una unidad funcional, todo está conectado, y a nivel mecánico las tensiones musculares y fasciales influyen sobre las articulaciones provocando un mayor desgaste de éstas, o más libertad y fluidez en los movimientos cuando se hacen correctamente, los ejercicios de Chi Kung constantemente están estirando las cadenas musculares, equilibrando y fortaleciendo de ese modo nuestra estructura.

Esto no significa que estemos haciendo todo el tiempo posturas retorcidas, o llevando al límite nuestras articulaciones, más bien la mayor parte del tiempo los movimientos son naturales, y se trabajan siempre desde la comodidad, si no estás cómodo en una postura, algo falla, y por supuesto cada ejercicio se puede practicar con un nivel de intensidad diferente adaptado a la persona.

2) Aprender los puntos de concentración que lleva cada ejercicio:

Una vez que hemos aprendido la forma del ejercicio correctamente, lo cual implica también un buen manejo de la respiración, es decir saber cuándo y cómo debemos respirar, entonces nuestra atención estará dispuesta para incorporar nuevos aprendizajes, ahora es el momento de añadir los puntos de concentración, estos puntos son como llaves en nuestro cuerpo que abren puertas para que la energía el QI o CHI, pueda circular a través de ellos, los puntos varían según los diferentes ejercicios, la mayoría de los puntos tienen que ver con puntos de meridianos, y algunos de ellos se repiten frecuentemente, como los que están en las plantas de los pies, o en la cabeza, en el pecho o en la zona de los riñones.

Sin las correspondientes concentraciones en los puntos adecuados, el ejercicio estará vacío, será sólo como una gimnasia agradable, pero le faltará el aporte de CHI correspondiente, no habrá concentraciones de energía y no producirá mucha vitalidad. En cambio, cuando nos concentramos en los puntos, sentiremos como si pequeños depósitos de energía se fueran llenando en nuestro cuerpo y al final del ejercicio la sensación será de “sentirnos llenos de fuerza vital”.

3) Aprender los recorridos de la energía que se aplican a cada ejercicio:

Cada ejercicio de Chi Kung tiene una finalidad concreta para mejorar la salud y para alcanzar el beneficio que se busca necesitamos movilizar la energía en los caminos precisos, no sirve dirigir el Chi a cualquier parte, o no dirigirlo a ninguna parte, porque entonces el Chi se perderá y el ejercicio no nos habrá servido de mucho.

“Aprender correctamente la forma del ejercicio”, nos sirve para corregir la estructura del cuerpo, esto es como hacer los caminos, “Aprender los puntos de concentración que lleva cada ejercicio”, es como poner lugares en el camino donde uno se sienta a descansar y a comer algo para reponer las fuerzas, en estos puntos nos  llenamos, “Aprender los recorridos de la energía que se aplican a cada ejercicio”, es como hacer el camino cuando ya está preparado todo lo demás.

La energía o CHI, circula en nuestro cuerpo llenando los órganos, los músculos, el cerebro, los huesos y otros grandes depósitos, en algunas partes, esta circulación es superficial, en otras en cambio es profunda, y también circula en diferentes sentidos, por eso cada ejercicio lleva una circulación de energía específica, con el propósito de ayudar a la circulación del Chi, haciéndole llegar allí donde se requiere.

 

“Cuando practicamos Chi Kung tomando en cuenta estos tres aspectos, enseguida podremos apreciar los beneficios sobre nuestra salud y nuestra energía”.

 

JANÚ RUIZ - Instructor de Chi Kung

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